El capítulo 195 de Dandadan, publicado este lunes (19), profundiza en la crisis que enfrentan Momo Ayase y su grupo. La historia retoma los acontecimientos inmediatamente después del número anterior, con el ataque aéreo adquiriendo un cariz aún más surrealista. En el centro de la trama, surge una nueva amenaza: un ser vivo que se manifiesta como un tifón y pone a todos los personajes en peligro inminente.
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Mientras la lucha contra la familia Kito se interrumpe momentáneamente, la trama se centra en el caos a bordo del avión. Momo cuestiona la presencia de tiburones en el cielo antes de ser sorprendida por uno que atraviesa el fuselaje. La tensión aumenta cuando Seiko ordena a todos que se agarren fuerte y se pongan máscaras de oxígeno en un intento desesperado por contener el pánico.
Seiko recupera la memoria y revela la naturaleza de su enemigo.
Durante el caos, Vamola logra sellar parte del avión aumentando su tamaño, pero la situación sigue siendo crítica. Los tiburones congelados que bloquean los agujeros amenazan con liberarse, y una debilitada Seiko lucha por reconocer a Momo. Sin embargo, recupera parcialmente la memoria y reconoce a su nieta. El reconocimiento, aunque breve, marca un punto de inflexión en la trama.
Momo sospecha que el dios de Shimane rechaza al grupo debido a las maldiciones que portan, pero Seiko discrepa. Afirma que el dios de Izumo no rechazaría a los devotos de esa manera. La conversación conduce a un descubrimiento aterrador: el tifón tiene rasgos humanos, lo que indica que es un ser vivo. En un flashback, Okarun le explica a Momo que estas criaturas se llaman críptidos.
Este nuevo enemigo, identificado como un "tifón humano", resulta ser un arma viviente, posiblemente utilizada por los serpoianos, al igual que hicieron con Nessie. La criatura se desarma y vuela por los aires, causando daños considerables y amenazando a todos a bordo. La gravedad de la situación exige una respuesta inmediata, ya que el avión realiza un aterrizaje forzoso.
El plan del tiburón congelado podría salvar al grupo
Seiko comprende que esta es la única oportunidad del grupo antes de que desaparezca por un año. Argumenta que, con su percepción de Momo desvaneciéndose, no hay tiempo que perder. Por lo tanto, propone una estrategia audaz: combatir directamente a la criatura que se formó en el cielo.
La explicación científica de la abuela de Momo ayuda a comprender la lógica del plan. Afirma que los tifones se forman por la combinación del agua cálida del océano y el vapor que esta genera. El agua cálida sería el motor del tifón; el vapor, su combustible. Interrumpir este ciclo es la única manera de neutralizar la amenaza.
La propuesta de Seiko es usar los tiburones congelados que invadieron el avión como arma de combate. La idea es reducir la temperatura e interrumpir la fuente de energía del enemigo. Aunque arriesgada, esta estrategia es la única esperanza inmediata del grupo.
Las expectativas para el próximo capítulo de Dandadan son un contraataque.
Con la nueva amenaza expuesta y el plan trazado, la trama de Dandadan indica que el próximo capítulo mostrará la ejecución de esta ofensiva. Es probable que la familia Kito se una al grupo de Momo, motivada por la autopreservación. Incluso con la tensión entre los personajes, su objetivo común podría forzar una alianza momentánea.
El ataque al críptido parece prometedor, pero se espera que la criatura reaccione de forma inesperada. Si está realmente consciente, podría reconocer la estrategia y contraatacar. La dinámica impredecible del capítulo 195 aumenta el suspense en torno al resultado del enfrentamiento.
La trama de Dandadan avanza transformando un fenómeno natural en un villano físico. La introducción del "tifón humano" amplía el universo de la obra y sugiere que los protagonistas se enfrentarán a peligros cada vez más complejos. La lucha, ahora, también se enfrenta a fuerzas que trascienden la lógica común.
