Momo Ayase está desapareciendo del recuerdo de los amigos en el Capítulo 192 de Dandadan, pero no completamente. El protagonista, además de encogerse, es olvidado por casi todos los que se encuentran. Vamola y Seiko muestran señales claras de que sus recuerdos están borrando. Solo Jiji y la familia Kito aún reconocen completamente su existencia, cada una por distintas razones emocionales.
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El manga sugiere que los sentimientos intensos son el criterio invisible para resistir la maldición. Jiji ama a Momo, mientras que el kito la odia. El contraste muestra que el amor y el rencor actúan como anclajes contra el olvido. Estos fuertes lazos parecen ser más efectivos que cualquier habilidad espiritual. La memoria en este contexto se convierte en un reflejo del enlace afectivo.
Emociones como la protección contra el olvido
El caso de Jiji es el más evidente. No solo recuerda a Momo, sino que está decidido a protegerlo. Su afecto declarado por ella da consistencia a la hipótesis de que los sentimientos profundos rompen la maldición. La influencia emocional en la percepción de la realidad es un tema recurrente en Dandadan, y gana una nueva fuerza en este capítulo.
En el lado opuesto, la familia Kito también conserva la memoria de la niña. La razón, sin embargo, es el deseo de venganza. Su furia actúa como un antídoto contra el efecto del hechizo. Lo que debería distanciarlos, la ira, se convierte irónicamente en un enlace. Es decir, la maldición parece responder más a las emociones que a las intenciones.
Vamola ya es el primero en olvidar. La reciente relación con Momo no resistió la fuerza del encantamiento. El tiempo de coexistencia y el grado de afecto resultan decisivos. Por otro lado, Okarun todavía tiene recuerdos, tal vez porque él fue el primero en acercarse a ella y llevar sentimientos mal resueltos.
Estos ejemplos apuntan a un patrón narrativo interesante: cuanto más intenso es el vínculo emocional, mayor es la resistencia al olvido. El autor construye una lógica en la que las afecciones definen el destino de los caracteres, subvirtiendo explicaciones puramente mágicas o racionales.
El simbolismo de la invisibilidad y el efecto de la maldición
La reducción de MOMO en el tamaño físico sirve como una metáfora por su pérdida de relevancia social. A medida que se encoge, se vuelve menos anotado, menos recordado. Esta construcción refuerza la idea de que la maldición actúa sobre la percepción colectiva, no solo sobre el cuerpo. Olvidar, en este universo, es dejar de ver, literal y simbólicamente.
Lo mismo es cierto para otros personajes. Daiki envejece rápidamente, perdiendo la identidad de su infancia. Zuma, que vio las verdades de los demás, pierde su visión. Estas son variaciones del mismo tema: la pérdida de la mirada de quién es usted o en el otro. La maldición opera como un borrado gradual de la esencia.
En este contexto, las emociones se convierten en el último refugio contra la disolución. Son los sentimientos los que dan forma a la presencia, incluso cuando todo lo demás está desgarrado. Olvidar, entonces, no solo se explica por la magia, sino por la erosión de los lazos afectivos.
El capítulo ofrece así una lectura sensible y sofisticada de la memoria. Muestra que ver a alguien es, en primer lugar, preocuparse. Lo que escapa de la memoria, por lo tanto, no desaparece por completo, simplemente no importa.
Jiji como esperanza de colapso
Con la mayoría de los aliados perdiendo el vínculo con Momo, Jiji emerge como una figura central. Representa la memoria viva, la conexión emocional que resiste el colapso. Sus poderes espirituales son importantes, pero lo que lo mantiene firme es el sentimiento. Él es el puente entre el momento que existe y el que está desapareciendo en los ojos de todos.
La inminente llegada de la familia Kito complica la situación. Pero paradójicamente, su odio también asegura que Momo no sea olvidado. Esto prepara el terreno para una confrontación donde solo aquellos que lo recuerdan comprenderán lo que está en juego. El olvido se convierte en un arma poderosa y memoria, un acto de resistencia.
La ausencia de personajes como Aira y Kouki sobre los efectos de la maldición sugiere que los próximos capítulos ampliarán este debate. Si sus recuerdos se resisten, se fortalece el argumento de la emoción como escudo. De lo contrario, deberán considerarse nuevos elementos.
Hasta entonces, Jiji sigue siendo el centro emocional y narrativo de la trama. Aquí es donde la trama ancla la esperanza de Momo. Tu memoria no es solo personal, es simbólico. Representa la fe de que, en medio del olvido, todavía hay quienes ven con el corazón.
Puede leer Dandadan a través del sitio web Manga Plus.