Riot Games ha anunciado un paso histórico para la escena de los esports: el lanzamiento de patrocinios de apuestas para las competiciones profesionales de League of Legends y Valorant. La decisión, anunciada por John Needham, presidente de esports de la compañía, marca un cambio radical en la política de la desarrolladora y plantea interrogantes sobre el futuro competitivo, ético y financiero de los esports.
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Según Needham, la medida busca garantizar la sostenibilidad del ecosistema competitivo, satisfaciendo así una demanda histórica de las organizaciones profesionales. La versión está disponible inicialmente en las regiones de América y EMEA, sin planes de expansión a otros territorios.
Riot toma el control de una práctica existente
Needham justificó la decisión afirmando que las apuestas deportivas ya se realizan, a menudo de forma clandestina y sin regulación. Por ejemplo, Sportradar registró más de 10.700 millones de dólares en apuestas relacionadas con League of Legends, la mayoría en plataformas sin licencia.
Con esto en mente, Riot ha decidido integrar oficialmente este mercado en su ecosistema, proponiendo reglas claras y colaboraciones supervisadas. El objetivo es reducir la actividad de intercambios ilegales y, al mismo tiempo, generar ingresos para apoyar a equipos y campeonatos.
Medidas de protección y enfoque en la integridad competitiva
Para mitigar los riesgos, Riot implementará tres pilares de protección:
- Evaluación rigurosa y aprobación de patrocinadores de apuestas.
- Educación sobre el juego para equipos y comunidades.
- Fortalecimiento de las pautas de integridad en los torneos.
La compañía afirma que ninguna transmisión oficial incluirá publicidad de casas de apuestas. Sin embargo, las transmisiones conjuntas con influencers, que representan una parte significativa de la audiencia, podrían incluir estos anuncios, ya que Riot no los controla.
La crisis financiera exige nuevas fuentes de ingresos
La decisión llega en un momento de inestabilidad financiera para los esports. Tras años de inversión impulsada por la pandemia y promesas de altos rendimientos, muchas organizaciones tienen dificultades para mantener sus operaciones. Sin embargo, la falta de ingresos recurrentes, sumada a la salida de patrocinadores e inversores, ha puesto de manifiesto la fragilidad del modelo de negocio actual.
Los equipos presionaron a Riot para que lanzara nuevos métodos de monetización. Las apuestas fueron una de las alternativas encontradas. Sin embargo, los expertos advierten que esta opción, si bien es atractiva financieramente, podría comprometer los valores fundamentales del panorama competitivo.