El capítulo 75 de Kagurabachi llega con fuerza, profundizando los misterios que rodean las Espadas Encantadas y preparando el terreno para un enfrentamiento explosivo entre Chihiro y Hiruhiko. Titulado "Ilusión", el capítulo revela que tras las batallas físicas se esconde un intenso juego mental regido por las propiedades alucinógenas de la espada Kumeyuri. Entre ilusiones, revelaciones familiares y estrategias ocultas, la trama se complica, preparando al lector para giros inesperados.

La caída de Samura ante las ilusiones alcohólicas
Al principio del capítulo, vemos a Seiichi Samura descendiendo del cielo con su Espada Encantada Tobimune. Sus alas negras han desaparecido, dejando solo plumas de cuervo, símbolo de su habilidad "Cuervo", que le permite cambiar de posición con ellas. La escena es tensa: Iori, su hija, lo observa con recelo, mientras Toto y Hiruhiko intuyen el peligro inminente y consideran la posibilidad de huir.
Samura, sin embargo, actúa antes de que nadie pueda reaccionar y decapita a Hiruhiko y Toto en un abrir y cerrar de ojos. La brutalidad del acto conmociona a Iori, quien observa sin comprender lo que realmente sucedió. Poco a poco, el lector descubre que todo fue una ilusión causada por el poder del Kumeyuri, una espada encantada que crea alucinaciones según el nivel de intoxicación o deseo de los personajes.
La ilusión es tan vívida que incluso Samura cree haber eliminado a sus enemigos. Sin embargo, Hiruhiko había activado el poder del Kumeyuri —llamado Banquete— incluso antes del ataque, envolviendo a Samura en una distorsión de la realidad. La aparición de dos geishas sirviendo sake simboliza esta embriaguez ilusoria, reforzando la idea onírica de la habilidad de la espada.
Iori y la tensión entre padre e hija
Paralelamente a la pelea, Iori confronta a su padre en una emotiva discusión. Ella revela que ha roto el sello de sus recuerdos, demostrando madurez y autonomía. Samura, incapaz de soportar la rebeldía de su hija, le ordena a Rou que revierta el proceso. Esta lucha emocional afecta directamente el juicio de Samura, haciéndolo vulnerable a las ilusiones de los Kumeyuri.
En ese momento, Hiruhiko reaparece, aún con vida, y se retira con Toto, aprovechando el caos generado por la confusión de Samura. La presencia de Iori resulta crucial: su influencia emocional parece debilitar la capacidad de percepción del legendario espadachín.
Chihiro y la nueva fase de la batalla
Mientras tanto, Chihiro Rokuhira mantiene la concentración y demuestra ser inmune a las ilusiones de los Kumeyuri. Su claridad mental lo distingue de los demás y demuestra que domina el arte de las Espadas Encantadas. Basándose en su experiencia, deduce que Hiruhiko y Toto aún se encuentran dentro del hotel, ya que el poder de la espada aún es limitado.
Con eso, Chihiro rastrea a los enemigos usando su habilidad Kuro y encuentra a Hiruhiko. El reencuentro está cargado de tensión: Hiruhiko, aún inexperto en el uso de Kumeyuri, está decidido a capturar a Iori, considerándola una pieza clave en los planes de la organización Hishaku. Sin embargo, Chihiro está decidida a eliminar cualquier amenaza que se interponga en su misión.
Los planes de Yura y el futuro de Kamunabi
A medida que el enfrentamiento entre Chihiro y Hiruhiko se intensifica, Yura, el líder de Hishaku, aparece en otra parte de Tokio. Acompañado por un misterioso hechicero, revela su intención de invadir el cuartel general subterráneo de Kamunabi. Consciente de que Samura representa la mayor amenaza para sus planes, Yura se pregunta si eliminarlo ahora o usar a Iori como una herramienta estratégica.
El discurso de Yura insinúa la inminencia de un enfrentamiento directo con Kamunabi. El hecho de que planee una alternativa a la presencia de Samura deja claro que se avecina una batalla de proporciones épicas, con fuerzas ocultas e intereses entrelazados.
La construcción del nuevo duelo entre Espadas Encantadas
El punto culminante del Capítulo 75 es la preparación para el enfrentamiento entre dos generaciones de usuarios de la Espada Encantada: Chihiro, quien representa la tradición y la maestría técnica, e Hiruhiko, quien se basa en estrategias poco convencionales y el poder alucinógeno de los Kumeyuri. Aunque aún es un principiante, Hiruhiko ya puede manipular a uno de los guerreros más poderosos del mundo, lo que indica su desarrollo como antagonista.
La lucha no es solo física. Simboliza un choque de filosofías: claridad versus caos, honor versus manipulación. A diferencia de los capítulos anteriores, aquí las habilidades emocionales y mentales se convierten en armas tan afiladas como cualquier espada.
Ilusiones que revelan verdades
El capítulo 75 de Kagurabachi no solo amplía el universo de Enchanted Blades, sino que también profundiza en los conflictos internos de los personajes. La habilidad de Kumeyuri es poderosa no solo por sus efectos ilusorios, sino por lo que revela: los deseos, miedos y debilidades ocultos de quienes la enfrentan. Samura, antes inquebrantable, flaquea ante su hija. Iori, antes protegido, cobra protagonismo. Y Hiruhiko, un principiante, demuestra que subestimar a un oponente puede ser fatal.
Con Chihiro y Hiruhiko en camino a una colisión y Hishaku listo para actuar, el próximo capítulo promete más que acción: promete decisiones que podrían cambiar el curso de la guerra entre hechiceros, espadas y legados.